viernes, 7 de agosto de 2015


Josevi Blender: "Novela, cine y alguna otra cosa, eso sí, negro". 

Ilustrador y crítico.

Disfruta de su blog "Todo negro":

https://todonegro.wordpress.com/



EL CLAN DEL CAFÉ


Por Josevi Blender




©Josevi Blender


Ahora yo era el capo, había eliminado a Iván El terrible de la parte este de la ciudad, me había quedado con sus negocios, sumados a los del norte y el sur que había heredado de la familia, y en excelente rendimiento. Nadie podía hacerme sombra y urgía reordenar mi estructura para no convertirme con el tiempo en un Iván cualquiera. Precisaba de tipos que se ocuparan de los diferentes asuntos. ¿A quién podía recurrir?

En estos momentos cruciales era cuando más me acordaba de mi padre, el fundador de la “empresa”. Recuerdo que acostumbraba a compartir conmigo sus experiencias a la hora del café, siempre solo y sin azúcar. Las lanzaba al aire tranquilo de la biblioteca que tanto le había costado reunir, como si estuviera solo, sabiendo que yo las escuchaba mientras jugaba en la alfombra como cualquier niño, y que las tendría presente cuando las necesitara. Para él, los hombres se dividían entre los que tomaban café y los que no.

A estos últimos siempre los consideraba indignos de su confianza. ¿Qué se puede esperar de alguien que toma té? ¿Alguien que no es capaz de tomar una decisión si antes no la había diluido en agua? Sin embargo, para él, los que tomaban café, nunca eran impasibles y trabajaban con entusiasmo. Quien era capaz de apreciar el olor y el sabor de un buen café, era capaz de llevar adelante sus propias decisiones.

Así pues, hice un repaso de mis muchachos y su afición a según que cafés. Quizás era una buena vara para medirlos.

José Juan, el Velas, lo prefería sólo y sin azúcar, como mi padre, así que era el candidato para mi brazo derecho. Sus principios de lealtad y celo estaban asegurados en alguien al que las cosas le gustan en su sustancia sin ningún edulcorante que alterara sus virtudes. Era la persona ideal para situaciones críticas, fueran cuales fueran, con el bien de la organización como único objetivo.

Carmen, la Doctora, siempre lo tomaba con leche y muy endulzado. Para ella le había reservado la dirección de las delicadas reuniones con los capos del resto de bandas. Allí dónde no se debía tomar ninguna decisión, donde se debía actuar con cautela y tibieza, sin avasallar pero sin dejar que nadie lo hiciera, manteniendo las posiciones y dejando que el sabor del café azucarado permanezca a lo largo del tiempo.

A Pedro, el Absurdo, lo había considerado un meapilas, un ser que se rajaba a las primera de cambio. Cuando vi que lo suyo era el irlandés, cambié mi opinión sobre él. Le encargaría aquellos trabajos en los que se requiriera el plus de chulería que daba el whisky, pero siempre con la suavidad que otorgaba la nata. Sería el perfecto encargado de las sutiles amenazas a aquellos que no quisieran colaborar.

Sólo faltaba un nombre para la nueva organización y su nueva filosofía: EL CLAN DEL CAFÉ. Habría quien no lo comprendería, quien lo consideraría una excentricidad. Nadie sabría el porqué ni qué significaba, pero su esencia estaría ahí, en el gusto de cada uno por una manera de entender la vida y enfrentarse a ella. Café para todos.


©Josevi Blender


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17 comentarios:

  1. ¡Ja ja ja! Muy bueno, Josevi. Cuidado con esa Carmen, la Doctora, porque es una impostora. La genuina, o sea, yo, la reina de Saba, lo tomo solo y sin azúcar, como el padre del narrador y como el Velas. Me he reído mucho con este peligrosísimo Clan del Café. Un abrazo.

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    1. ¡Que la detengan, que es una impostora, malvada y peligrosa, la la la la la la!

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    2. ¡Eso, eso, que la detengan! Y a mí que me pongan un café comodiosmanda, tan negro como las novelas y el cine "blenderianos".

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    3. Dos personajes, el Velas y la Doctora dignos de confianza, solo y sin azúcar. Pero hay que vigilar de cerca. Quién sabe.....

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    4. Me alegro que te haya gustado Carmen.

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  2. ¡Ojito!, que nadie se equivoque: soy El Velas, pero no me como los mocos...

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  3. Qué si me ha gustado? Estoy al punto del éxtasis!!! Quiero pertenecer a la banda de forma urgente. Soy de las que lo toman solo y sin azúcar, así que puedo ser el lugarteniente de El Velas. Me mantendré a dos pasos por detrás de él, como me corresponde, sin aspiración alguna más que recoger a veces sus palabras y disfrutar de ellas, como he disfrutados de las de Josevi. Enhorabuena, amigos. Me hacéis feliz.

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  4. Qué dices Velas? Necesitas una lugarteniente? A mi me inspira confianza? Le podías encargar el próximo trabajo a ver qué tal se desenvuelve.

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    1. Te llevarás una sorpresa... Y eso te pasa por confiar en principiantes, como El Velas, en lugar de buscar dónde tienes que buscar... (Mi segunda bebida preferida tras el café es el bloody Mary!!!)

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    2. Encárgale un trabajo "fino"

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  5. Linda la historia y precioso el blog "Todo negro" que recién descubrí. Besos a todos, porque tenéis montada una concupiscencia... maravillosa.

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    1. Esto ya parece un ménage a mil...

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    2. Gracias Rosa por pasarte por Todo Negro. Me alegro que te guste.

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