"Al
ser novela picaresca, Vendex habría sido un mecenas inmejorable"
José Juan Picos, autor de la novela picaresca "El viento de mis velas" y colaborador de MUNDIARIO, considera que el momento actual es una oportunidad formidable para volver a la picaresca.
- ¿Tiene
sentido en pleno siglo XXI editar una novela picaresca?
La verdad es que tenía más dudas sobre trasladar un
arquetipo del Siglo de Oro al Siglo de las Luces que sobre su adaptación a la
actualidad. Y no por lo obvio, por la corrupción, sino porque hoy, como en el XVI
o en el XVII, el desencanto por una España que pudo ser y no es se extiende
como una mancha de petróleo, asfixiando y oscureciendo. Lejos de comparar al
pícaro con los sinvergüenzas que hoy prosperan a costa de todos, más bien me
parece un personaje sediento de justicia y de belleza al que, al final, no le
queda otra que conformarse, como el Lazarillo cornudo, o emigrar, como El
Buscón.
- El
café es el viento que hincha las velas de Yago Valtrueno, el protagonista de la
novela. ¿Buscaba usted el exotismo?
El café entraba por entonces, la segunda mitad del XVIII,
en España, pero sólo para las mesas de los privilegiados, que lo ofrecían,
efectivamente, como un producto indiano. Pero la mayoría tomaba chocolate, que
tenía la consideración de bebida nacional. El café representa, en cierto modo,
a una de las dos Españas, por la que Yago toma partido: café o chocolate,
Austrias o Borbones, rojos o azules, Celta o Depor, cocina de diseño o "de
toda la vida", PP o PSOE… Se diría que tenemos un cráneo tan canijo que no
nos cabe más que una idea.
- "El
viento de mis velas" ha pasado de libro a e-book. Suele ser al contrario…
Es verdad que si una obra digital funciona bien en la red
tiene papeletas para despertar el interés editorial. En mi caso, la edición de
la novela fue una aventura particular y local, gracias al interés de mi editor,
José Luis Saavedra. Pero, a partir de ahí, la distribución nacional es casi
imposible. Lo que Amazon y otras plataformas de autoedición ofrecen es,
justamente, una distribución global. Y los procesos de editar un e-book y luego
gestionar su presencia son, sin duda, enriquecedores. Hay mucho prejuicio
contra lo digital, pero es otra herramienta, como el papel y la imprenta, ni
más ni menos.
- Saavedra
y usted han desarrollado un proyecto paralelo a la novela…
La idea fue de José Luis. Si uno se sienta a su lado y
consigue que se calle un minuto, se le oye la maquinaria cerebral funcionando a
pleno rendimiento. Es un continuo parto de ideas. Se le ocurrió, para
promocionar el turismo y la hostelería de la ciudad, que editásemos un
callejero histórico basado en la novela. Se lo propuso a una infinidad de
hosteleros y en completa paradoja con esta crisis, los más pequeños
respondieron mejor que los grandes. De hecho, el director de un hotel de Coruña
nos dijo que no le interesaba el proyecto porque sus clientes no leían. De
momento, el proyecto está parado. Lo que yo creo es que, siendo un callejero
basado en una novela picaresca, nos habríamos ahorrado muchos paseos si
hubiéramos buscado el patrocinio de Vendex…
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